20 de enero de 2009

DECLARACION DE LA DIRECTORA EJECUTIVA DE UNICEF, ANN M. VENEMAN, SOBRE LA SITUACION HUMANITARIA EN GAZA

Tomado en su totalidad de: http://www.unicef.org/spanish/emerg/index_47130.html
Declaración de la Directora Ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman, sobre la situación humanitaria en Gaza


Un niño huye de una explosión en la Franja de Gaza. "Uno de los aspectos singulares de la crisis de Gaza es que los niños, niñas y familias no pueden huir de la zona de conflicto ni refugiarse en otros lugares¨, dice la Directora Ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman.

© UNICEF/2009/El Baba


Johannesburgo, 14 de enero de 2009
Desde el 27 diciembre 2008, cuando se desencadenó la crisis de Gaza, más de 300 niños y niñas han resultado muertos y más de 1.500 han sufrido heridas y lesiones.
Cada día, más niños y niñas son lastimados, padecen heridas terribles en sus pequeños cuerpos y sufren la destrucción de sus jóvenes vidas.
Se trata de personas, no de fríos datos estadísticos. Son números que se refieren a vidas infantiles interrumpidas. Ningún ser humano puede ser testigo de lo que está sucediendo sin sentirse conmovido. Ningún padre o madre puede ver esto y no pensar en sus propios hijos.
Es una situación trágica, algo imposible de aceptar.
El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, se encuentra en el Oriente Medio haciendo un llamamiento para que las partes en pugna cumplan con la resolución 1860 del Consejo de Seguridad de ese organismo internacional, que exige un alto el fuego inmediato, duradero y plenamente acatado, así como la eliminación de todo impedimento a la prestación y distribución de ayuda humanitaria en todo el territorio de Gaza.
Se deben eliminar todos los obstáculos y trabas a la prestación de ayuda humanitaria a toda la población y especialmente a los pobladores más vulnerables.
La Resolución también recalca que, de conformidad con los principios internacionales, se debe brindar protección a la población civil de ambos bandos.
Asimismo, se debe proteger a las escuelas y establecimientos médicos, que, en todas las circunstancias, deben ser considerados zonas de paz.
Uno de los aspectos singulares de la crisis de Gaza es que los niños, niñas y familias no pueden huir de la zona de conflicto ni refugiarse en otros lugares. Si la sola idea de quedar encerrado en un espacio aislado perturba a las personas adultas hasta en tiempos de paz, ¿qué pueden estar sintiendo los niños y niñas que están atrapados en esa situación de violencia inexorable?
Esos niños constituyen la mayoría de la población de Gaza, y están sufriendo las consecuencias más graves de un conflicto al que deberían ser ajenos. Cuando los combates lleguen a los centros de las zonas urbanas densamente pobladas, la fuerza destructiva de las armas impondrá a los niños una carga de sufrimiento aún mayor. Es necesario dar prioridad absoluta a la protección de esos menores.
En colaboración con sus aliados, UNICEF hace todo lo posible por ayudar a los niños y niñas de Gaza, a pesar de la difícil situación. La organización y sus aliados han aportado inmediatamente nuevos recursos para satisfacer las necesidades más urgentes de los niños, niñas y sus familias. Entre los numerosos materiales de socorro suministrados figuran agua potable, conjuntos educativos y equipos de resucitación cardiopulmonar.
Pero además de las necesidades inmediatas de los niños y niñas que han perdido sus hogares; que carecen de acceso al agua potable, la electricidad y los medicamentos, y que han sufrido heridas y lesiones físicas horrendas, a esas víctimas inocentes se les han infligido profundas lesiones psicológicas. Para todos esos niños, la recuperación psicológica y social será un proceso difícil y prolongado.
Solamente cuando cesen las hostilidades podrán esos niños y niñas iniciar el largo camino hacia la recuperación del derecho más fundamental de la infancia, el derecho a vivir libres de la violencia física y mental.
Por eso, UNICEF exhorta a todas las partes involucradas a tomar todas las medidas necesarias para proteger a los niños y niñas afectados.